En un hecho histórico, más de 5 mil estudiantes y maestros de la Universidad Autónoma de Querétaro -encabezada por el rector Gilberto Herrera Ruiz- tomaron la Plaza de Armas para exigirle su presupuesto al gobernador, Pancho Domínguez, representado ahí por el somnoliento secretario de Educación, Alfredo Botello Montes. |
Lo despertó el mensaje final del jefe universitario al mencionar que han tratado de desprestigiar la marcha y el Informe frente a Palacio por supuestas ambiciones políticas. Dígale, le pidió, que si entrega el presupuesto prometido, él firmaría su rechazo a cualquier candidatura.
La plaza de los poderes, llena de jóvenes que no aspiran a ingresar a la Universidad de Arkansas sino a la UAQ, se volcó en apoyo a su rector y repudió la tibias protestas y gritos de los reventadores, entre ellos Emanuel Leyva, hijo de Laura Leyva, lideresa del STEUAQ, e Ingrid Rodríguez, esposa del exdiputado Pedro Morales.
Eran mucho más los simpatizantes de Herrera Ruiz coreando “Hay que estudiar, hay que estudiar, sino a gobernador vas a llegar”.
Informó el rector de la excelencia académica alcanzada al colocar a nuestra Máxima Casa de Estudios en el top ten de las universidades del país, a pesar de tener menos presupuestos que algunas primarias privadas de Querétaro.
Recordó los compromisos del mandatario estatal que fueron de 10 a 17 por ciento, quedando apenas en 4.4 y “no nos dan las cuentas”. Refirió también el fin de los privilegios económicos de autoridades y líderes la UAQ, así como de los recomendados que hasta el 2011 eran la mitad de los ingresos en algunos planteles.
Ahí estaba la Universidad, con 38 de sus consejeros, en un templete instalado entre la Casa de la Corregidora y la estatua del Marqués de la Villa del Villar del Águila, para exponerse ante la ciudadanía con un presupuesto decadente, según las palabras del rector.
El reclamo se escuchó fuerte y fue avalado por una comunidad que abucheó a los representantes del gobernador Francisco Domínguez y el alcalde Marcos Aguilar Vega, las autoridades ausentes y renuentes.
En poco más de media hora de informe-protesta, el rector Gilberto Herrera hizo la radiografía de la crisis en una institución que atiende a más de 29 mil estudiantes pero rechaza a más de 12 mil porque el Gobierno le niega el dinero que por ley le corresponde.
Al finalizar su intervención, el maestro de ceremonias comentó en voz alta que la Universidad no se hace bolas y los universitarios continuaron con su verbena cultural en el Andador de 5 de Mayo y en el Jardín Zenea.
Todo en el primer día de verdadero invierno, cuando la UAQ hizo suya la Plaza de Armas y las puertas de Palacio continuaban cerradas.
Nunca ningún gobernador le ha ganado a la Universidad, reflexionó un viejo periodista. Ni Camacho Guzmán, que era Camacho Guzmán. Menos estos que son chiquitos y se esconden.
SERGIO A. VENEGAS ALARCÓN