Más de 380 terrazas sin permisos y un número indeterminado de casas utilizadas con el concepto de co-working y alquileres vacacionales que implican modificaciones a las viviendas tradicionales están violentando nuestro Centro Histórico y se nos está yendo de las manos, alertó la directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Rosa Estela Reyes al admitir la necesidad de conciliar los derechos de los particulares con la conservación de nuestros monumentos.
En entrevista con el periódico PLAZA DE ARMAS, reconoció la representante federal la dimensión del trabajo a realizar, junto con las autoridades municipales, porque cada caso exige al menos dos meses de trámite administrativo. En reglamentación estamos, bien, dijo, pero el problema demanda gran coordinación entre los distintos niveles de gobierno para las licencias y autorizaciones el Ayuntamiento y el INAH.
“Entendemos que no podemos ir en contra de la modernidad, pero que no se lleve la calidad de vida” sentenció Rosa Estela al término de una reunión con grupos vulnerables que demandaron mayor señalética y accesibilidad en las calles de la ciudad, que en opinión de la funcionaria debe conciliarse con las particularidades de Querétaro.
Indicó que ciertamente el lenguaje de la conservación tiene colores admitidos internacionalmente, como en el caso de los lugares de estacionamiento para discapacitados, pero ella apuesta por utilizar tonalidades más acordes con las particularidades de Querétaro.
Igualmente lamentó la vandalización de los monumentos históricos y arquitectónicos de la ciudad, especialmente en el Acueducto pues apenas se habían limpiado los grafitis del año pasado y ya se volvieron a dañar, sin que puedan limpiarse de inmediato porque ya se agotó el presupuesto para ese objetivo y requiere de un tratamiento especial. Recordó también que el Casco Histórico y Los Arcos de Querétaro son Patrimonio de la Humanidad y están protegidos por leyes y reservas especiales, por lo que llamó a los activistas, independientemente de justas demandas, a respetar el legado de todos.
En este punto propuso al gobierno estatal y municipal a emprender campañas de sensibilización social entre los ciudadanos para recuperar los valores sociales y convocar al respeto de nuestros edificios catalogados, incluido el monumento a La Corregidora, ahora pintarrajeado hasta con temas deportivos.