Podría parecernos que la sequía se va alejando, pero lo cierto es que las lluvias registradas en los últimos 5 días al menos, nos muestran que no es así, pues de acuerdo al reporte emitido por la CONAGUA (Servicio Meteorológico Nacional), Querétaro sólo contó con una lámina entre 10 y 20 milímetros, mientras tanto, la entidad se mantiene con 55.1% de su territorio con sequía severa y un 45% de moderada, pero también alcanza a registrar un 3.9% de sequía extrema. Lo cual significa que en todo el estado hay sequía, pero sólo en un municipio se observa extrema.
Es pertinente decir, que no sólo cuenta el tipo de sequía, pues también la duración de esta situación de déficit de precipitación, puede ser muy grave, aunque la sequía sea moderada o anormalmente seca. Así como como las lluvias han cambiado su comportamn9iento, pues nos puede caer una tormenta fuerte en escasos 10 o 15 minutos con una precipitación de 45 a 57 mm, lo que sin duda, traería inundaciones en algunos sitios, pero además poco se podría aprovechar ese gran volumen. Lo mismo, pero en sentido contrario, un prolongado estado de sequía, seguramente ocasionará impactos negativos en muchos sentidos.
Tiempo y magnitud de un evento, hay que tener en cuenta, y máxime sí la combinación es extrema.
En el caso de las sequías, éstas tienen un impacto directo en las actividades económicas productivas como la ganadería y la agricultura y, debido a la pérdida de biomasa, se altera gradualmente la productividad del ecosistema.
Asimismo, la actividad humana y el cambio climático conforman una combinación que altera el curso natural del planeta tierra. Lo primero apunta a un aumento del rendimiento económico y a los hábitos de consumo sin tener en cuenta el medio ambiente y lo segundo responde a leyes de la propia naturaleza que el hombre no puede controlar.
Asistimos a una desertificación cada vez mayor del planeta, causada por la sobreexplotación de la tierra y una utilización inapropiada de sus recursos. Y en consecuencia, esto deriva en un estado de sequía prolongada en el tiempo y en el espacio geográfico.
Paradójicamente el 17 de junio se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, y para lo cual, la ONU ha iniciado una campaña de concienciación mundial sobre este tema, en donde el objetivo es frenar el proceso de degradación de la tierra y evitar que la sequía se propague por más sectores del planeta.
Y añade que dicha campaña, ayudaría también a reducir los índices de pobreza a escala global, obtener una mejoría considerable en seguridad alimentaria y cuidar un recurso vital para la vida como lo es el agua potable.
Sin embargo, veamos las cifras con respecto a la sequía mundial. Respecto del costo que supone para la vida humana, según cifras de la ONU, se estima que hacia el año 2025 serán 1.800 millones de personas las que vivirán en zonas sin posibilidad de acceso al agua. Por otra parte, dos tercios de la población mundial no contarán con los recursos hídricos básicos, de manera tal que las acciones para frenar la sequía son urgentes.
¿Y usted, ya reflexiono sobre la cantidad de agua que consume?