- Hace 54 años fue inaugurado el monumento a don Benito Juárez
- La plataforma de lanzamiento de Luis Echeverría a la Presidencia
- Debut de Fernando Ortiz Arana como oradorante Díaz Ordaz
- Escultor Fernando Olaguibel, el mismo de La Diana Cazadora
1967.
Hace 54 años, a cumplirse este sábado, se celebró en Querétaro el centenario del Triunfo de la República con un acto irrepetible que reunió a seis presidentes de México: Gustavo Díaz Ordaz, en funciones, a su sucesor Luis Echeverría Álvarez y a los ex mandatarios Lázaro Cárdenas, Adolfo Ruiz Cortines, Miguel Alemán y Emilio Portes Gil.
Sólo faltó Adolfo López Mateos, ya para entonces muy enfermo.
La ceremonia, en el histórico Cerro de las Campanas, sirvió también para inaugurar la gran estatua de don Benito Juárez -personaje tan de moda en las mañaneras- el hombre que venció y fusiló ahí al emperador Maximiliano de Habsburgo y a sus generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, originario de la Sierra Gorda.
Como dato importante, uno de los tres jefes de los poderes era queretano: Agapito Pozo Balbas, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y ex gobernador.
Y algo más, los oradores, de lujo: Agustín Yáñez, secretario de Educación Pública, Luis Echeverría, de Gobernación, el gobernador Manuel González Cosío y Fernando Ortiz Arana, líder de la Federación Estudiantil Universitaria de Querétaro.
Ese acto del 15 de mayo de 1967 fue también la plataforma de lanzamiento de la muy sólida candidatura de Luis Echeverría que muchos años después se lo confirmaría a este columnista, en una entrevista realizada en el Club Campestre de Querétaro, frente a la casa del ex gobernador veracruzano y ex secretario de Trabajo Rafael Hernández Ochoa (+), su amigo, al que solía visitar.
Contó entonces que desde que el presidente Díaz Ordaz le encomendó la organización del Centenario olfateó la oportunidad de hacer un gran trabajo y ser el sucesor.
Vino constantemente a Querétaro durante dos años.
Todo tenía que estar en punto y bien, incluida la estatua de 13 metros en piedra volcánica del Benemérito, realizada por Juan Fernando Olaguíbel, el mismo autor de La Diana y de la Fuente de Petróleos de la Ciudad de México, de El Pípila de Guanajuato y muchas obras más.
Y, claro la gran convocatoria nacional, con cuatro de los cinco ex presidentes vivos: Portes Gil, Cárdenas, Ruiz Cortines y Alemán.
Sólo faltaría López Mateos, con el aneurisma ya muy avanzado.
El acto resultó muy bien organizado y con gran participación de los queretanos encabezados por el gobernador Manuel González Cosío. Los discursos de primera y el Ejército, siempre presente, dándole la marcialidad requerida.
Tan emocionado y satisfecho estaba el presidente Gustavo Díaz Ordaz (en plenitud de poder, antes del 68) que le entregó su reloj de oro al joven orador Fernando Ortiz Arana.
Y a Echeverría -hoy decano de los mandatarios mexicanos a sus 99 años- la candidatura.
La política era así.
-BLANCAS Y NEGRAS-
El Campestre.
Años después, en aquella entrevista en casa de Rafael Hernández Ochoa, en presencia también del ex diputado federal Donaciano Ugalde, se recocijaba Echeverría porque había ido a visitar una vez más el Cerro de las Campanas y un turista, al que no le quería arrancar su Volskswagen le pidió que él y sus guardias le dieran un empujón. Lo hizo y aquél hombre nunca supo que se trataba de un ex presidente de la República.
Tiene Luis Echeverría –decano de los ex mandatarios- predilección por Querétaro, en donde también inició su campaña presidencial afirmando que en Querétaro se cruzan todos los caminos de la historia.
Desde muchos años antes venía a Querétaro con su esposa María Esther Zuno y sus hijos, con los que, de camino a Guadalajara, hacía escala obligada en el balneario de El Jacal, en donde trabó amistad con Guillermina la inolvidable “Mona” Cabrera Santoveña que le dejaba pasar a su numerosa prole. Y es que su tío Toño Cabrera era el administrador.
Por cierto, además de presidir la ceremonia del Centenario del Triunfo de la República, el presidente Gustavo Díaz Ordaz, encabezó un imponente desfile militar e inauguró ese mismo día el Tecnológico Regional de Querétaro.
Luis Echeverría Álvarez, recientemente vacunado contra el Covid-19, fue presidente del 1 de diciembre de 1970 al 30 de noviembre de 1976. Dos presidentes posteriores, José López Portillo y Miguel de la Madrid, ya fallecieron. Sobreviven, además de él, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa, Enrique Peña Nieto y, claro, Andrés Manuel López Obrador.
¡Ah, la historia!
-LA FRASE
DE LA SEMANA-
Del recuerdo.
¡Arriba y adelante!
Lema de la campaña de Luis Echeverría Álvarez, iniciada en Querétaro.
1970.
-JUGADA FINAL-
Ni Chabelo.
A quienes comparan la longevidad de Luis Echeverría Álvarez con la de la reina Isabel, les informamos, con la pena, que la monarca británica es cinco años más joven. Para LEA, un inmortal ¡JAQUE MATE!