- El PRI queretano en su peor momento
- Avanza Fuerza X México: Demoscopía
- Se espera fuerte disputa por la Capital
- Vigilarán INE y UIF a candidatos: Nieto
De lágrimas.
Hace un año, cuando apenas iban 40 casos confirmados de Covid-19 en Querétaro, (ahora van 4,414 muertos) falleció aquejado por una enfermedad incurable el abogado, escritor, periodista, traductor, melómano y bohemio Inocencio Reyes Ruiz, quien sin haber sido diputado (ni lo mande Dios, decía) participó con Mariano Palacios Alcocer en una de las reformas constitucionales más trascendentes, la del artículo 130 que reconoció a las iglesias y abrió paso a la histórica reanudación de relaciones con el Vaticano.
Este reportero gozó del privilegio de su amistad y compartió afanes profesionales junto con Ana María Arias y otros confabulados ya fallecidos: Ezequiel Martínez Ángeles y Miguel Bringas Rodríguez. Sin embargo, como ya lo he contado, nos unió especialmente Mariano Palacios Alcocer, con quien ambos colaboramos en diversas tareas en el gobierno de Querétaro (1985-91) y más tarde en responsabilidades nacionales, como cuando el secretario de Desarrollo Social Luis Donaldo Colosio lo envió a hablar a la ONU en su representación y nos hizo favor de invitar.
Además de acompañar a Mariano a la sede de las Naciones Unidas, fuimos juntos, Inocencio y su servidor, a conocer la sede de Newsweek y no perdimos la oportunidad de tomar una copa en el bar del hotel Waldorf Astoria, frente a cuya fachada el coronel Frank Slade (Al Pacino en “Perfume de Mujer”) reconoció la Meca de la Humanidad.
Más allá del Imperio, nos reunimos muchísimas veces -y nos faltaron- en la casa de Sabino, en la de Bringas en Arteaga o en la huerta de don Marce, en donde Ezequiel preparaba excelentes parrilladas.
Era Inocencio un componedor irremediable y hasta intentó reconciliar, con la barbacoa del Cuate Fere de por medio, a Chucho Rodríguez y Arturo Proal, ambos muy queridos por él. Algunas de sus frases son parte de mi código: “Uno es de donde come, decía” para explicar sus largas temporadas en Chihuahua o en la Ciudad de México.
Pragmático y austero como el que más, Inocencio desalentaba el consumismo de sus amigos. “¿Lo necesitas?” preguntaba pero rompía esa regla cuando se trataba de comprar libros y discos de new age.
Una extraña enfermedad lo fue consumiendo y se retiró de todo.
La última vez que nos vimos fue a un costado de las antiguas oficinas del periódico y prometió un artículo sobre el incidente diplomático que estuvo a punto de estallar cuando en la construcción del Centro Universitario del Cerro de las Campanas la dinamita utilizada cuarteó la capilla de Maximiliano. El embajador de Austria estaba dispuesto a romper a relaciones, pero el rector de la UAQ José Guadalupe Ramírez lo agasajó en un lugar de esos y asunto arreglado.
Le contaba que Chencho, como le decían algunos (este reportero, nunca) decidió enclaustrarse y así cumplió 67 años en febrero del año pasado ajeno a la conjura de Edmundo González Llaca y los hermanos Isla “para sacarlo del ostracismo” y aprovechar su talento desperdiciado. Ya no hubo tiempo y hoy todos nos lamentamos de ello.
En 2012 le pedí un texto para el segundo aniversario del periódico (“en el periodismo el tiempo se mide en horas y minutos; mejor: en instantes. ¡Felicidades y larga vida!”) y me sorprendió con un texto “Las lágrimas lloran solas”, en el que, a propósito de un amigo muerto, recordó este verso hebreo:
“No lloro jamás.
“Soy valiente, no un llorón.
“Pero, ¿por qué, mamá, por qué
las lágrimas lloran solas?”
Ese verso, dijo llevarlo empotrado en la garganta.
Al final, me escribió: “Te mando un abrazo. Ya sé que un abrazo es siempre lo mismo, pero el sol y la lluvia son lo mismo y siempre dibujan la unimisma maravilla de vivir”.
Y mira tú, te nos moriste en medio de la contingencia más canalla del siglo, sin tus amigos y sin derecho siquiera a una capilla decente. Hoy, querido amigo, en nuestro Querétaro más de 4,414 familias rotas por la pandemia están rezando por sus muertos recientes. Y los que faltan.
Tenías razón, Inocencio, las lágrimas lloran solas.
-BLANCAS Y NEGRAS-
A propósito
de encuestas.
El martes le presentamos en PLAZA DE ARMAS una imagen del encuentro de los ex gobernadores Enrique Burgos García, de Querétaro y Manuel Cavazos Lerma, de Tamaulipas, que coincidieron en sus sexenios y dos veces en el Senado de la República. Cavazos, está repitiendo como delegado del comité nacional del PRI y desestimó -ante este columnista- la ventaja del candidato del PAN Mauricio Kuri González y Celia Maya García, de Morena, sobre Abigail Arredondo Ramos, recordando el triunfo de su compañero José Calzada Rovirosa que remontó una ventaja de más de 20 puntos del panista Manuel González Valle, algo que por cierto negaba Paul Ospital Carrera y hoy presume como dirigente.
Las condiciones de Querétaro y del PRI son completamente distintas. En aquél 2009 el tricolor estaba en segundo lugar (no en un remoto tercero, como ahora) y la alternancia era, desde 1997 entre ese partido y Acción Nacional, tanto que Pepe ganó el gobierno y Pancho el Municipio en la mencionada sucesión. La siguiente, la de 2015, ya fue diferente. El albiazul se llevó casi todo. El gobierno, con Domínguez, la capital con el innombrable Aguilar, el municipio de Corregidora con Mauricio Kuri, el de San Juan con Memo Vega y la mayoría en el Congreso.
De allá para acá el PRI se ha quedado con algunos de sus reductos en la Sierra y una minibancada en la Cámara local, de donde ahora salió Abigail Arredondo. Tan mal le ha ido, con sus dirigencias expulsoras de militantes, que los alcaldes independientes de Tequisquiapan y San Joaquín, Toño Mejía Lira y Belén Ledesma, lo fueron antes por el Revolucionario Institucional que en la elección del 2018 no logró, por primera vez entrar al Senado de la República.
Hoy el PRI está en su peor momento, a pesar de que como dice Paul Ospital tiene buenas historias que contar. La mayoría de las encuestas lo ponen por debajo de su voto duro tradicional y eso que tiene a la diputada federal María Alemán Muñoz para la capital, en donde se puede dar una interesante competencia con el panista Luis Bernardo Nava y Arturo Maximiliano García por Morena.
Agréguele que en este proceso el PAN está repitiendo a algunas de sus mejores cartas en los principales municipios: Roberto Sosa Pichardo en Corregidora y Enrique Vega Carriles en El Marqués, además de lanzar al diputado local Roberto Cabrera Valencia (eterno aspirante) para San Juan del Río. Y, bueno, lo peor para el PRI es caer del tercer lugar, como ya lo muestra la última encuesta de Demoscopía, en donde el candidato Juan Carlos Martínez de Fuerza por México a la gubernatura ya desplaza a Abigail Arredondo.
La política es así.
-LA FRASE
DE LA SEMANA-
Con lupa.
En el caso de los candidatos y las candidatas a gobernadores, por supuesto que habrá una revisión especial entre el INE y la UIF: Santiago Nieto Castillo, zar antilavado de México, a propósito de la labor para impedir la intromisión del crimen organizado y la desviación de recursos públicos en las campañas. Entrevista exclusiva de PLAZA DE ARMAS publicada el lunes 5 de abril de 2021.
Cosas veremos.
-JUGADA FINAL-
Miopía.
A los (i)responsables de la campaña de vacunación antiCovid-19 que decidieron pocos centros para aplicar 100 mil dosis en la capital queretana, un inepto ¡JAQUE MATE!