Las instituciones privadas de educación en el estado de Querétaro han perdido entre un 30 y un 50 por ciento de la matrícula escolar, en lo que va de la pandemia por el COVID-19; debido a que los padres de familia no consideran que la educación a distancia ofrezca lo mismo que la educación presencial, además de los problemas económicos de algunas familias.
Asi lo consideró la secretaria general de la Federación de Escuelas Particulares del Estado de Querétaro, Rosa María González Pérez, quien advirtió que entre un 60 a 70 por ciento de las más de 70 instituciones afiliadas a la federación están teniendo sería problemas, los cuales les representan el riesgo de cerrar definitivamente.
Aunque resaltó que al día de hoy no se han registrado situaciones de quiebra de alguna escuela privada, González Pérez subrayó que han sobrevivido gracias a los convenios y acuerdos hechos con padres de familia realmente comprometidos con la educación.
“Hay escuelas que están a más del 50 por ciento disminuida en su matrícula; sin embargo, otras conservan como el 70 por ciento. La gente que no valora la educación ni su escuela para asumir el compromiso que con ella realizan, son las escuelas que están a punto de cerrar. Porque si tú haces un convenio con tu escuela, puedes bajar y ajustar costos, como muchas de nuestra federación hemos hecho”.
Rosa María González resaltó que ya se cumplirá un año desde que la plantilla docente ha percibido una disminución de salarios, y recortes de personal; que principalmente han afectado a maestros de Educación Física.
Finalmente, ante la intención de las escuelas particulares a nivel nacional de reactivar las clases presenciales, reiteró que el regreso a las aulas deberá ser de forma escalonada; en conjunto con la inmunización contra la COVID-19 del personal docente.
Pero, advirtió que se tendrá que generar un compromiso y una corresponsabilidad con los padres de familia, para que no se ponga en riesgo sanitario a los menores.
“Podrían ir en conjunto. Y con un compromiso de ambas partes para el cumplimiento. Si mi niño o en mi familia hay alguien (contagiado) me retiro, y no sigo llevándolo porque tengo un trabajo o porque tengo un compromiso. Mientras no asumamos una corresponsabilidad en esto, vamos a seguir enfermando pese a que se abran o se cierren las escuelas”, concluyó.