- Una gira presidencial con sabor a despedida
- No invitaron a los candidatos a gobernador
- Salió negativa la prueba PCR de Covid a Kuri
- ”Estado Menor” obstaculiza a los periodistas.
Poniendo la mano en el corazón: Sabino
Al alimón.
Con este término taurino caracterizaron el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Francisco Domínguez Servién la inversión conjunta -mil 690 millones de pesos- para la construcción y equipamiento del Hospital General de Querétaro, inaugurado el viernes. “Asiendo dos lidiadores un solo capote, cada uno por un extremo, para citar al toro y burlarlo, pasándole aquel por encima de la cabeza” dice la Real Academia Española.
El anterior hospital -hoy dedicado exclusivamente a la atención de los enfermos Covid- fue realizado en 1963, hace 58 años, durante las administraciones de Adolfo López Mateos y Manuel González Cosío. Entonces, como ahora, los gobiernos federal y estatal se unieron en un proyecto de primera magnitud.
En circunstancias distintas.
Era tiempo del partido único. Ahora de colores distintos, como lo resaltó López Obrador en su intervención.
“Esto nos une a todos, independientemente de las banderas políticas y posturas ideológicas, tenemos que trabajar juntos por la salud y el bienestar de nuestro pueblo. Mandar un mensaje de que podemos tener diferencias pero hay muchas cosas que nos unen”.
El nuevo es un hospital moderno, un hospital escuela, de especialidades. Aquí se van a formar especialistas y va a resolver la demanda de atención médica en Querétaro, destacó al recordar que -según los datos de Carlos Sánchez, director de infraestructura de salud (Insabi) se han terminado 120 centros de salud y hospitales en dos años.
“No todos como éste; éste es de los mejores” sentenció en el mejor día del gobernador Francisco Domínguez, al que también parafraseó el presidente: “Como aquí lo dijo Francisco, lo hicimos al alimón, que es un término taurino. Cuando se hace una faena de manera conjunta. Dos personas o dos instituciones. Así se hizo en inversión, la mitad el gobierno federal y la mitad el gobierno estatal”.
Y finalmente mencionó la presencia de la esposa, hijos, mamá, hermanos y suegro del gobernador. “Me da mucho gusto. Agradecer la presencia de los familiares de Francisco. Y decirles que estamos trabajando de manera conjunta por el bien de Querétaro”.
Afuera del Hospital no había esa armonía, sino todo lo contrario. Miembros de la agrupación Frena, con banderas nacionales y pancartas, posesionados del acceso principal, repudiaban a gritos la visita presidencial, mientras militantes de Morena y beneficiarios de los programas de Bienestar echaban porras y recordaban que es un honor estar con Obrador, a quien, por cierto, nunca vieron porque entró y salió por el estacionamiento.
Corrieron con mejor suerte los integrantes del grupo de Pablo González Loyola, profesional de la manifestación pública, que se colocaron en la parte posterior, justo al lado de donde se hizo el acto y estuvieron lanzando consignas a través de altavoces y hasta lograron que dos mujeres se saltaran la barda y burlaran la vigilancia, interrumpiendo justamente el corte de listón para hablar con el presidente y entregarle sus peticiones. Fueron solo unos momentos de incertidumbre que evidenciaron la fragilidad del aparato de seguridad que sustituyó al Estado Mayor presidencial y tiene ahora a su cargo la protección del jefe de la República.
Por fortuna el incidente no pasó a mayores y, pasada la sorpresa, se declaró inaugurado el hospital que realizaron al alimón los gobiernos de México y Querétaro, único acto de una gira con sabor de reencuentro y probable despedida de Andrés Manuel López Obrador que no venía desde agosto del año pasado y probablemente no regrese durante la administración de Francisco Domínguez, que se llevó la mano al pecho agradeciendo los aplausos del presidente en tiempos de alta tensión política, cuando faltan menos de 100 días para las elecciones y el final se acerca ya.
Son señales.
-OIDO EN EL 1810-
Otro dato.
Que será a mediados de este mes de marzo cuando comience a funcionar el nuevo hospital y eso al 50 %, comentó la dirigente estatal de los trabajadores del sector salud Silvia Rivera.
Doy fe.
-¡PREEEPAREN!-
Ausentes.
No participó ninguno de los candidatos a la gubernatura en la visita presidencial. Fuentes oficiales indicaron que no fueron invitados ni la abanderada de Morena Celia Maya ni el senador Gilberto Herrera, mucho menos de otros partidos.
La que sí estuvo al pendiente, aunque a prudente distancia, fue la súper delegada Rocío Peniche Vera coordinando a los servidores de la nación a las afueras del nuevo Hospital.
Tic tac.
-¡AAAPUNTEN!-
Falsa alarma.
En una prueba rápida, de esas muy inciertas, había dado positivo a Covid el candidato del PAN a gobernador Mauricio Kuri González. Así lo comunicó y decidió aislarse y hacerse la PCR “misma que salió negativa”. Afortunadamente.
Hoy por hoy el riesgo de contagio es muy grande y va a imponer otro modo de hacer campañas políticas, sobre todo con los rebrotes de la Semana Santa.
Doy fe.
-¡FUEGO!-
Sustazo.
Que los del bien motejado “estado menor presidencial” andaban ocupados en obstaculizar la labor de los fotógrafos y reporteros cuando les brincaron las mujeres de la “Carrillo Puerto”. Los ayudantes, contaminados por las mañaneras, están convencidos de que los principales enemigos de su jefe son los periodistas.
¡Porca miseria!