El vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, comentó que habrá flexibilidad por parte de la Iglesia Católica en la tradición del ayuno de carnes rojas durante los viernes de la Cuaresma, a cambio de que se hagan obras de generosidad y solidaridad con el prójimo; más aún en los tiempos de la pandemia por COVID-19.
Recordó que esta tradición proviene de las creencias que se tenían en la antigüedad de que la carne roja daba un potencial grande al hombre, y en los 40 días en que transcurre esta etapa católica, se dejaba de consumir para mitigar la fuerza corporal, y disponer el espíritu a Dios.
Posteriormente, relató el sacerdote, la Iglesia Católica determinó que solamente los viernes y el miércoles de ceniza se prohibiría este alimento. Y a pesar de esta abstinencia vigente, aclaró Lara Becerril, se podrán hacer excepciones a cambio de buenas acciones en la actualidad.
Y es que tras la difícil situación económica que atraviesan algunas familias queretanas; y derivado de los incrementos de productos como el pollo, pescados y mariscos, el vocero de la Diócesis reconoció que no se puede quitar “de la boca” del enfermo o el necesitado estos alimentos.
“Si algún cristiano católico, un viernes de Cuaresma, tiene que comer carne, puede comer carne. Pero entonces esta acción, sustituirla por otra obra de misericordia. Aquí lo más importante es que el corazón humano esté en las cosas de Dios”, argumentó.
En otro orden de ideas, el vicario queretano destacó que los sacerdotes serán vacunados contra el COVID-19 “igual que el resto de la población”, al resaltar que no pedirán ni recibirán alguna atención privilegiada en esta materia, en el marco del inicio de las Jornadas de Vacunación a Adultos Mayores.
“Igual que toda la población, la vacunación de los sacerdotes. Nosotros entramos en el plan general; por edades, junto con toda la población. Tenemos varios sacerdotes ya grandes de edad, que ya les tocaría. No sé si ya lo hicieron, yo espero que sí”, manifestó.
Finalmente, Martín Lara reportó que durante la última semana se han dado de alta a cuatro sacerdotes que padecieron el coronavirus; y reveló que uno más continúa hospitalizado, pero en calidad de estable. Celebró que de los más de 30 sacerdotes diagnosticados con COVID-19, en su mayoría han superado ya la enfermedad.