Con motivo de la designación de Delfina Gómez como Secretaria de Educación por parte del tabasqueño, Héctor de Mauleón volvió a publicar la reseña de un convivio de la afortunada maestra en aquellos días en que ésta contendía para la gubernatura del Edomex. A la pregunta de que si ella había ‘pedido’ un diezmo a sus empleados siendo la munícipe de Texcoco, reconoció que sí, pero matizó que solo habían sido cuatrocientos los extorsionados o aportadores voluntarios, como ella aseveró, aunque después se descubrió que fueron más de mil. Detrás de semejante corruptela estaba el impoluto Higinio Martínez, un cacique regional quien a fin de cuentas seguía los pasos del ahora mandamás cuando era jefe de gobierno del entonces Distrito Federal que hacía exactamente con sus empleados. Gran escuela la de la “honestidad valiente”. Puedo colegir entonces que la designación no ha sido un tributo a la excelencia de la profesora. Ojalá hubiese sido por eso, pues nada tengo contra los docentes de la educación básica. Pero en el caso de esta encumbrada profesora, todo evidencia que se trató de otro capricho del efímero todopoderoso, de una provocación ignominiosa. Como si los mexicanos desconociéramos quiénes han ocupado ese alto encargo: José Vasconcelos, Narciso Bassols, Jaime Torres Bodet, Agustín Yáñez… Pero como el de Macuspana aspira a ser diferente, nos da ese regalo como para probar ese patético “aquí mando yo”.
¿Qué hará esa pobre mujer para llevar las riendas de la educación nacional? El ridículo, pues ni conciencia tiene de la complejidad de la encomienda que ha aceptado sin pudor alguno, ignorante de su ignorancia, pero sí entonada como ‘nadien’ para servir a una administración errática. Será leal a carta cabal, o mejor dicho, servil, que es lo importante para el dictador en ciernes, ufano de su triunfo en el 2018, pero en el fondo de todo, frustrado por una pandemia atroz que no aflige al mandamás. ¡Una perla más en su collar de despropósitos! ¡Ya ni pena me dan los giros perversos de sus determinaciones! Es tan predecible.
Solo me duele la mortandad de mis paisanos que se expande incontroladamente, mientras el tiranuelo se pasea los fines de semana predicando el evangelio, comprando votos porque como mercader se pinta solo y ofreciendo lo que jamás podrá cumplir, pues los recursos se agotan a la par que la paciencia proverbial de los mexicanos. Solo espero que en el 2021, la mayoría de los sufragantes pongan el dedo en la llaga de las afrentas de este ‘soñador’ desventurado.