1 Cor 16:13-14
“Velad, estad firmes en la Fe: Portaos varonilmente, y esforzaos.
14 Todas vuestras cosas sean hechas con amor. Los amo a todos. Obed”.
Así fue como se despidió desde Facebook de sus amigos, hermanos y feligreses el 13 de noviembre el joven Pastor evangelista de la Iglesia de Cristo Obed Rodríguez antes de sucumbir a los estragos que le generó el Covid-19 . No ocurrió en Querétaro. Fue a 1386 kilómetros en Fort Worth, Texas. Siendo la pandemia mundial, el lugar es lo menos importante. Porque la historia del Obed Rodríguez se ha repetido en el mundo 1.34 millones de veces, más de 100 mil en México y 1515 muertes en Querétaro.
Sin quererlo, Obed Rodríguez lanzó un rayo de luz y conciencia en aquella comunidad sobre la importancia de respetar los protocolos sanitarios y exigir a los demás el mismo rigor. Y es que desde sus redes sociales, realizó transmisiones en vivo primero para comunicar que se encontraba resguardado en casa y en lo sucesivo, el avance del virus en su interior hasta el fin de su existencia.
Papá y esposo ejemplar. Hombre de profunda Fe, y apreciado miembro de su comunidad, bastaron 15 días para que el Virus hiciera a sus pulmones colapsar. El viernes 30 de octubre, hizo un live desde casa “Me he sentido mejor. Aunque más cansado. No tengo fiebre. No tengo dificultad para respirar. Eso sí, un poquito más de tos. Dicen que es frecuente que después de pasar por el Covid se desarrolle neumonía. Estoy monitoreando eso para no ir al hospital”, comentaba Obed. En aquella transmisión, Obed exhortaba a sus amigos a no confiarse y a orar por quienes pasaban por aquella situación “A pesar de que estamos en una pandemia. Uno nunca piensa que le va a tocar ¿Verdad?. Hasta que uno comienza a sentir los dolores”. Días antes, el 27 de octubre ya había presentado molestias en la garganta. Para descartar “Cualquier complicación”, acudió a hacerse la prueba de Covid-19.
El lunes 2 de noviembre, el Pastor Obed subió otro mensaje “Actualización 1: Hermanos y amigos pidiendo sus oraciones estoy hospitalizado con Covid, estoy bien, solo yo estoy enfermo en mi familia, y estoy recibiendo oxigeno. Gracias por su amor y contactos”. Ese mismo día, posteó la actualización 2: Había recibido su primera dosis del medicamento Remdesivir y se mostraba optimista en que le ayudaría a sentirse mejor. AL día siguiente, su nivel de oxigeno en el cuerpo continuaba en picada y le fue suministrado nuevamente la medicina “Estoy echándole ganas. 2a dosis de Remdesivir, sigan orando por mi. Los amo. Salmo 23”.
Para el 4 de noviembre, su situación había empeorado y Obed subió a Facebook un breve texto en donde decía no saber si podría seguir enviando mensajes. La situación era crítica y el personal médico pronosticaba que pronto lo pasarían a una cama con ventilador mecánico “No he sido perfecto, me sentí corto y he pedido perdón. Pase lo que pase, sé que Dios es misericordioso y amoroso. Gracias por tu amistad, amor y tus oraciones”.
Jueves 5; “Sigo igual, pero peleando. Sigan orando por mi. Perdón por no responder. Dios los bendiga”. Dos días después, el Pastor Obed hizo su segundo live de un minuto. Ya desde la cama del hospital y auxiliado por una línea de oxígeno. Los cambios físicos son notables. Había perdido mucho peso. Solo para avisar “Aquí seguimos. Los amo. No puedo hablar mucho”, ¡Cuídense!, ¡Cuídense! rogaba.
Domingo 8: Tercer mensaje en vivo. El Pastor Obed explica que debe dormir boca abajo porque sus pulmones no responden bien. Al día siguiente, reporta una ligera mejoría y agradece a Dios el poder para ponerse de pie por primera vez en una semana. Dice tener buenos pronósticos de su doctor “Los amo y extraño como nunca hubiera pensado, soy el hombre mas rico del mundo por tenerlos su expresiones de amor solo son el reflejo del amor de Dios”.
Miércoles 11: Obed asegura que no ha dejado de pelear y sin embargo, los pulmones continúan sin responder. Ese día, le avisaron que lo conectarían al ventilador “quiero agradecer por sus oraciones y amor, animarlos a pelear la buena batalla, y no tengan miedo de decir te amo. Estoy bien pero quería usar la oportunidad de agradecer a todos por su amor”. Ese miércoles, fue la última vez que el Pastor Obed estuvo en la red. Su condición médica no le permitió más. Fue intubado el 14 de noviembre. Después de pelear por cinco días más, los doctores llamaron a su esposa, hija y amigos cercanos para que se despidieran de Pastor. “‘¡ya vámonos! ”, solía decir para invocar la presencia de Dios…