De pronto el caso “fuerte” de la fiscalía estadunidense en contra del general Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional de México se disolvió como por arte de magia. Pero quizá no fue magia.
Resulta obvio producto de una exitosa operación política y diplomática del equipo mexicano (FGR, SRE), frente a los abusos de Washington, porque la fiscalía en manos del señor Barr puede ser todo lo autónoma como se quiera, pero no por eso deja de ser parte del gobierno americano.
Ese gobierno cuyo presidente –dice su equivalente mexicano–, no ha sido confirmado como perdedor de las recientes elecciones.
Una maniobra jurídica, judicial y diplomática de ese tamaño no se resuelve en poco tiempo. Ya el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard –a quien en este caso no se le deben regatear méritos–, había manifestado la inconformidad mexicana por los abusos cometidos por la DEA cuyos agentes y espías trabajaron por años en este país sin informar de sus pesquisas a nadie, sin participar a nuestras autoridades de sus hallazgos y sin olvidar su actitud de barrenderos en el patio trasero.
Como la mayoría de los mexicanos ignoro si el gobierno de la República tomó en cuenta el desvanecimiento de los cargos en contra del general Salvador Cienfuegos cuando el Presidente –si de esto había recibido información previa–, anunció el pasado 16 al general Crescencio Sandoval como orador en nombre de la República en los festejos conmemorativos del aniversario CX de la Revolución Mexicana.
Pero si eso no tuvo relación con los hechos anunciados por el procurador de Estados Unidos, ayer, le viene al Ejército Nacional, como anillo al dedo.
“El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, será el encargado de pronunciar el discurso oficial del desfile del 20 de noviembre.
“El 20 de noviembre también va a haber un acto con poca gente, más que nada es una parada militar de las Fuerzas Armadas, que surgen del movimiento revolucionario, y es también un reconocimiento que hemos recibido de las Fuerzas Armadas, tanto de la Secretaría de Marina como de la Secretaría de la Defensa Nacional”.
La palabra clave aquí es reconocimiento.
El secretario Marcelo Ebrard dijo cosas muy importantes cuando hizo el anuncio de esta repatriación con finalidad judicial del señor general Cienfuegos a México. Quizá la más notable sea esta:
“…esto es un acto, una decisión que vemos con simpatía y que pensamos positiva porque no la vemos como el camino a la impunidad, sino como un acto de respeto a México y a las fuerzas armadas de México”.
“¿México qué argumentó?
“Se trata del ex secretario de la Defensa Nacional, se le imputan delitos cometidos en México, ¿por qué tiene que se juzgado en territorio extranjero?”
El argumento de la territorialidad resulta impecable. De paso echa por tierra las argumentaciones iniciales del Señor Presidente quien dijo al poco tiempo de la detención de Cienfuegos en California:
“Ellos tienen sus políticas, porque son es un país, es un gobierno soberano, lo mismo que nosotros, es un país […] independiente y soberano, entonces ellos no tienen por qué preguntarnos lo que van a hacer cuando se trata de detener a una persona en su territorio.”
¡Ay!, si se pudieran borrar algunas cosas…
Pero si las palabras no se disuelven en el mar de los olvidos, los cargos judiciales si pueden ser “desestimados”, como acaba de hacer la fiscalía de los Estados Unidos.
Si esto obedeció a las gestiones diplomáticas mexicanas, las cuales resultaron fructíferas para el General Cienfuegos, pues si quien lo acusa no tiene elementos para frenar el retiro de los cargos, mucho menos tendrá sustancia la justicia mexicana para juzgar delitos no probados ni siquiera por quien lo investigó de tan lamentable manera durante varios años.
La justicia estadunidense ha cometido una pifia monumental. Casi tan grande como su soberbia.
Este caso recuerda, guardadas las proporciones, la grotesca acusación contra el general Tomás Ángeles, a quien enlodaron (aquí, no allá), para después decirle, disculpe usted, nos equivocamos.
El tweet de MEC, de las 16.36 de ayer abrió la puerta a la información:
“Me preguntan si es veraz la información de que fiscales en EU retiran cargos al General Cienfuegos quien sería retornado a México para ser procesado aquí si así lo acuerda la Jueza del caso. Es correcta la información. Se trata de un acuerdo entre FGR y la Fiscalía General de EU.”