El presidente municipal de Corregidora, Roberto Sosa Pichardo, celebró que de forma oficial, hayan sido declaradas como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de Querétaro las Fiestas Tradicionales de Febrero de El Pueblito, un motivo más por el que este municipio está llamado a ser el orgullo de nuestro estado, expresó el alcalde.
En el mes de enero de este año, la LIX Legislatura aprobó un exhorto dirigido al Poder Ejecutivo del Estado de Querétaro, para que las Fiestas Tradicionales de Febrero, que se celebran en Febrero, en torno a la Virgen de El Pueblito, fueran declaradas como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de Querétaro, el cual, finalmente fue publicado en el Periódico Oficial, La Sombra de Arteaga el pasado 06 de noviembre.
Roberto Sosa celebró esta aprobación para que estas tradiciones y costumbres permanezcan, tales como la participación de diversas corporaciones del Santuario de la Virgen: mayordomos y tenanches, quienes tienen a cargo el cuidado de la virgen de los naturales, la llamada Tenanchita.
“Ellos son los encargados de realizar el tradicional Paseo del Buey en el primer domingo de La Fiesta y el reparto del caldo al día siguiente a más de 2 mil comensales”, explicó el alcalde.
En estas fiestas también se aprecia a las corporaciones de danzas conformadas por niños, frente al Santuario, bailables coloridos de apaches y baltazares que acompañan a la danza con la muerte al indígena, sobre el bien y el mal. Al igual que los flachicos que se pasean con máscaras burlonas de madera que llenan de colorido a la fiesta, en donde se denota la riqueza cultural que aporta no solo al municipio si no al estado.“Nuestra fiesta grande está llena de un sincretismo religioso sin igual, quienes nos visitan y la viven, se dejan envolver en esta magia que solo El Pueblito puede ofrecer”, recordó el alcalde, quien dijo que son cerca de 25 mil visitantes quienes acuden a disfrutar estas fiestas.
En la publicación de La Sombra de Arteaga, se reconoce “la valiosa aportación cultural en el folklore, costumbres, rituales ancestrales, danzas y manifestaciones religiosas, representaciones y expresiones, que son reconocidas por la comunidad que interviene y colabora año con año en su realización como parte integrante de su patrimonio cultural, transmitiéndolo de generación en generación y que infunde un alto sentimiento de identidad a quienes en ella participan”.