Millones de personas están sin trabajo y las cadenas de suministro se han enfrentado a importantes trastornos debido al cierre de fábricas en todo el mundo. ¿Qué tan malo será? ¿Qué tan pronto nos recuperaremos? Dos preguntas que hemos estado escuchando por meses. Las respuestas a estas preguntas las responden tanto economistas como políticos utilizando cuatro letras: V, U, W y L. Estas etiquetas provienen de la forma de las gráficas que se ven típicamente durante estos períodos, que rastrean la actividad económica, como el empleo, la producción industrial o el PIB.
V, este es el mejor escenario, este tipo de recesión comienza con una fuerte caída, pero luego toca fondo y la recuperación económica sigue rápidamente.
U, es similar a una recesión en forma de V pero dura más. En este escenario, el PIB normalmente se contrae durante varios trimestres seguidos y solo vuelve lentamente al nivel de crecimiento observado antes de la recesión.
W, Aquí es cuando una recesión comienza con la apariencia de que será una recesión en forma de V, pero luego vuelve a caer después de lo que resulta ser una falsa señal de mejoría. También se conoce como recesión de doble caída, porque la economía cae dos veces antes de recuperarse a su tasa de crecimiento anterior.
L, para los economistas este es el peor escenario, cuando una economía experimenta una profunda recesión y no recupera su tasa de crecimiento anterior durante varios años.
La mayoría de los pronósticos dicen que la recuperación económica se dará en forma de V,U y en el peor de los casos en W. Prácticamente todos los expertos y analistas sostienen que la representada por la letra L tiene una probabilidad muy baja. Recientemente, a medida que los problemas económicos se prolongan, agregaron la letra K.
Esta descripción de la economía ilustra los dos caminos separados de la recuperación. La línea que va hacia arriba simboliza aquellas partes de la economía que se han beneficiado de la pandemia: tecnología (Apple, Google, Microsoft), minoristas de mercancías (Target, Walmart), entretenimiento (Netflix, YouTube), biotecnología y productos farmacéuticos, plataformas para trabajo virtual (Slack, Zoom) y minoristas en línea (Amazon, Shopify). La línea que va hacia abajo representa a casi todo el resto de los sectores de la economía.
Muy interesante la sopa de letras. Sin embargo, uno de los grandes problemas cuando se habla del crecimiento económico es que se explica a nivel macroeconómico. Pero en la actualidad sabemos que hay grandes diferencias entre sectores, ciudades y grupos demográficos. Puede haber distintos tipos de crecimiento o decrecimiento sucediendo simultáneamente en un mismo país o ciudad. Los políticos y economistas insisten en el one size fits all para los sectores y el crecimiento económico, justo en contra de una tendencia universal que va hacia la personalización y los análisis focalizados. Esta tendencia es evidente en los avances hacia una medicina a la medida (tu propio medicamento y dosis), tu propio menú de entretenimiento (caso de Netflix) o bien las redes sociales (tu propio círculo de amigos e intereses).
¿Los efectos? En varios países la distribución de los apoyos económicos en respuesta a la recesión provocada por la pandemia se hizo de forma homogénea sin considerar las diferencias de contextos y necesidades, muchas veces abismales entre sectores y regiones aún de un mismo país. Mi predicción es que estas medidas acentuarán los efectos de la letra K y generará mayor desigualdad y pobreza. ¿Estamos a tiempo de revertirlo?