Después de aproximadamente 26 millones de personas infectadas y más de 880,000 muertos a nivel mundial, es momento de reflexionar sobre cuáles han sido las medidas y políticas más acertadas en el manejo de la pandemia. Los matices para un análisis serio de este tipo son muchos, podemos hacerlo desde la perspectiva mediática, salud pública, gestión gubernamental para movilización de recursos, medidas de protección e impulso de la economía, seguridad pública, logística, fiscal, relaciones con otros países, nivel de confiabilidad de los datos, entre otros. También es válido que en vez de contrastar entre países como si fueran medidas comparables, comparáramos entre ciudades de tamaños similares (que por alguna razón no se han hecho). En este caso también tendríamos que diferenciar entre ciudades en estados federales y ciudades en estados unitarios. Lo mismo se puede decir sobre la necesidad de comparar entre regímenes políticos similares. Me ha resultado un poco extraño, las constantes comparaciones e inferencias que hacen algunos expertos y los medios de comunicación que tratándose de un tema tan delicado resultan facilistas o simplistas. La realidad es que aún faltan algunos años para poder ajustar el lente y analizar con objetividad y distancia.
Sin embargo, con el ánimo de empezar a ajustar los lentes y compartirles un poco de lo que he estado observando, quisiera plantear algunas diferencias que saltan a la vista, sobre todo desde la perspectiva del rol de la cultura en la combinación de variables que afectan las diferentes sociedades y cómo puede afectar la forma en que el gobierno y las personas perciben los problemas y toman decisiones. Empecemos con el caso mexicano. Muchos han criticado al presidente AMLO por no promover el uso de tapa bocas y cuarentenas estrictas desde inicios de la pandemia en Marzo 2020. Estas mismas personas son las que luego aceptan que los mexicanos – por factores culturales – aunque haya mil rótulos de no tirar basura en la calle, sabiendo que el hacerlo nos afecta a todos, igual lo hacen. ¿Habría hecho la diferencia que las autoridades sugirieran el uso de tapa bocas? La cultura importa.
Otro ejemplo, el caso de Estados Unidos. Se critica lo mismo, que el Presidente Trump no incentivo el uso de tapa bocas en una fase inicial de la pandemia. Sin embargo, esto amerita una atención más especial. En Estados Unidos hay 50 gobernadores que a nivel local tienen igual o más influencia que el Presidente. En algunos estados los gobernadores fueron muy enfáticos en la necesidad de implementar medidas precautorias y el uso de tapabocas, este el caso de California y Nueva York y eso no se tradujo en menor cantidad de contagios.
Los culturalistas consideran que un punto de referencia para analizar la aplicación de medidas de seguridad es comparar sociedades con culturas individualistas vs sociedades colectivistas. En las culturas individualistas (como en Estados Unidos) se prioriza a la persona y los derechos individuales y en el colectivismo (como en Japón) se prioriza el bienestar de todos a expensas de los derechos personales.
Esto podría ser parte de la razón por la que en varios países asiáticos ha habido más facilidad para implementar medidas de seguridad. Por ejemplo, en estos países el uso de tapa bocas, como una muestra de respeto hacia los demás, estaba muy arraigado en la cultura desde hace muchos años. De igual forma, en Corea del Sur, Japón y Singapur por citar por algunos ejemplos, hay una cultura de obediencia y confianza hacia la autoridad. Esto no es el caso de México. Tenemos un largo camino que recorrer.