En mano, ya no en la boca, se entrega la hostia (la carne de Cristo) en los templos católicos en atención a las recomendaciones de las autoridades civiles y eclesiásticas frente a la contingencia sanitaria. La imagen fue captada este domingo en la Iglesia de Santo Domingo, en el Centro Histórico de Querétaro, en donde además, como puede apreciarse, el sacerdote utiliza careta de protección. ¡Alabado sea Dios!