REDACCIÓN
A cinco años de su muerte, enmarcado en los setenta años de Gallos Blancos y la primer década de Plaza de Armas, el periódico de Querétaro, retomamos la última entrevista que concedió a un medio el primer portero de Gallos Blancos, Gabino Pérez. La que le dio al entonces editor de Ráfagas, Carlos Uriegas. Un mes después de publicada, Gabino Pérez Trejo, murió. No sin antes ver al equipo de sus amores disputar una final del máximo circuito, torneos internacionales y admirar a jugadores de la talla de Ronaldinho y Tiago Volpi portar la casaca de la que don Gabino con tanto orgullo, elegancia y temple defendió. Aquí la entrevista.
El primer portero del equipo queretano narra aquellos primeros pasajes de un conjunto que sigue escribiendo su historia. Gabino Pérez Trejo recuerda los inicios de los Gallos Blanccos. En 1950 el amor a la camiseta bastaba para saltar a la cancha de tierra del Estadio Municipal y volar de poste a poste con unas rodilleras como única protección, los guantes no se usaban y a mano limpia se contenían los balones de cuero convertidos en balas de cañón
Con 87 años de vida Gabino Pérez Trejo se lanza hacia el pasado para contarnos sobre los orígenes del equipo queretano que celebra 65 años (ya 70) de historia. El primer guardameta aún ataja con sus manos y su atenta mirada el paso del tiempo y con una memoria fresca nos relata cómo surgió el equipo Querétaro FC y un año después el mote deGallos Blancos.“En 1950 Se inició el equipo con el nombre de QuerétaroFC.
El grupo de equipos locales, fábricas de hilados y tejidos,San José de la Montaña, Hércules, La Bonetera, LaFábrica Lourdes y el club piratas dieron dos o tres jugadores y se conformó una especie de selección que integró al equipo”, nos narra Don Gabino mientras mueve sus manos que registran las huellas del tiempo y las marcas de más de un balonazo. Sus ojos vivos brillan y se abren enormes al momento de recordar el intercambio de unos gallos por una marrana y que terminó por crear el apelativo de Gallos Blancos.“En 1951 un grupo de amigos, Periquín Herrera, Ezequiel Rivera dueño de una granja, Don Guillermo Medina quien era un alto empleado de una tienda de abarrotes, entonces no había supermercados, fueron a ver la directiva y sugirieron el nombre de Gallos Blancos; apadrinados por el Club Marte ,quienes eran de Primera División vinieron a jugar un partido y nos trajeron unos gallos y como al entrenador de ellos,Felipe Castañeda, le decían la “Marrana” nosotros le dimos una marranita blanca”.
En 65 años el andar de don Gabino se ha transformado, pero sus recuerdos permanecen intactos; el futbol ha cambiado de manera notoria, no sólo en la forma de jugarlo, la forma de sentir el juego ha sufrido una metamorfosis dando menos peso al deporte y más importancia al negocio “En aquellos tiempos todo era muy diferente, el futbol no era tan técnico como lo es hoy, era más físico, había marca personal, mucha entrega y las posiciones eran fijas y si te daban un golpe te levantabas y después buscabas la tuya.
Lo que más importaba era la unión, no se ganaba dinero como ahora, las empresas en donde trabajábamos nos daban permiso para practicar el deporte para alejarnos de vicios y tenernos atentos al trabajo”, recordó el señorPérez Trejo, quien nos dijo que cuando inició en el futbol trabajaba para la empresa de jabones Fábrica Lourdes ubicada en la zona de Hércules.
El deporte era visto como un complemento, así se veía entonces, era difícil que alguien pudiera vivir con el sueldo de futbolista.“Los jugadores tenían otra actividad laboral, no se vivía del futbol, era un complemento para lo físico y la salud de uno, más deporte menos vicio”. El primer guardameta de los GallosBlancos recuerda la manera en que se gastaban los 500 pesos que les daban por ganar algún partido.“Por triunfo nos daban una prima, casas comerciales que nos daban zapatos o íbamos a una tienda y nos daban una camisa o un pantalón, en aquellos tiempos eran 500 pesos por juego ganado, que en ese entonces ayudaba mucho para el gasto de la casa, pero no para dedicarse sólo al futbol, aunque la verdad no se pensaba tanto en los 500 pesos, se pensaba más en el gusto de jugar”.
Aunque era una época semiprofesional, don Gabino y los primeros futbolistas del equipo queretano se tomaban muy en serio su papel, sentían nervios al saltar a la cancha y contrario a lo que mucha gente cree, entrenaban cuatro días de la semana.“Entrenábamos en el estadio Municipal, no estaba empastado era tierra a granel y si llovía el balón de cuero pesaba mucho, pesaba mucho el baloncito, parecía piedra y no se usaban guantes, sólo se usaban rodilleras para que no se enterraran algunas piedras. Practicábamos de martes a viernes de cuatro a seis de la tarde o hasta que se metiera el sol”.
El decano de la portería queretana recuerda que el balón se disputaba muy fuerte y que en ese entonces los 11 que iniciaban terminaban los partidos ya que no se podían realizar cambios.
“Sólo se daban indicaciones en el vestidor y los entrenadores no estaban en la banda dando indicaciones como ahora, estaban en la caseta, al medio tiempo sedaban algunas otras instrucciones.
Las entradas eran muy fuertes y en esos tiempos no había cambios, los 11 jugadores que iniciaban tenían que terminar”.
Lo querían las Chivas
ADRIANA PÉREZ LOARCA
Con setenta años de historia, los Gallos Blancos de Querétaro, surgen originalmente como club Querétaro F.C. de la segunda división y desde sus inicios de 1950 a 1961, estuvo siempre de titular en la portería Gabino Pérez Trejo, quien recibió siempre destacados comentarios por la elegancia y seguridad bajo los tres palos.
En aquellos tiempos, se jugaba con más entrega que técnica y dejaban todo en el terreno de juego.
Gabino Pérez, en alguna época de su vida, comentó que: “De los mejores recuerdos que me llevo, fue el orgullo de portar el uniforme albo y el reconocimiento de los aficionados que en cada encuentro llenaban el estadio municipal y aun después de años, personas de su generación, seguía mostrando esa admiración a su calidad de jugador..”
Gabino Pérez tuvo ofrecimientos de escuadras del máximo circuito como el Zacatepec cuando lo dirigía don Ignacio Trelles, de los Diablos Rojos del Toluca y del mismísimo Guadalajara; sin embargo, en aquellos ayeres el futbol solo era una gran pasión, que combinaban los pioneros con sus trabajos.Aunado a ello, Gabino se había prendado de la belleza de una queretana, Rosa Loarca Castillo, con quien contrajo nupcias en agosto del año de 1954 y con quien procreó siete hijos de nombres: Gabino, Adriana, Rosa María, Oscar, Roberto (quien siguió sus pasos en el futbol profesional en la Institución de Cruz Azul) y Marcela.
Gabino fue un hombre muy trabajador, alegre, cariñoso, y quien disfrutó ¡hasta el último día de su vida! Nació un 28 de febrero de 1928 y falleció el 7 de septiembre del año 2015.