LA DISYUNTIVA
El país atraviesa por un mal momento. Jonathan Heath, vicegobernador del Banco de México aseguró que 20 millones de trabajadores quedaron en el desempleo producto del coronavirus de acuerdo con datos del IMSS e Inegi; de éstos menos de la mitad recuperó su trabajo sólo por medio tiempo. Encuestas como la de GEA señalan que un 58% de las personas consideran que la inseguridad ha crecido en el país y 61% piensa que fue incorrecto que el gobierno no apoyara a las pequeñas y medianas empresas frente a la pandemia. La calificación del gobierno va a la baja.
En este contexto, no extraña que el gobierno haya arrancado el mes de julio con golpes mediáticos para atacar la corrupción.
El fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, dio a conocer que el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, aceptó ser extraditado a México e incluso dio su ofrecimiento de “colaboración para esclarecer los hechos que le han sido imputados”. Se filtró que tiene videos que implican a exlegisladores en actos de corrupción. Una semana después, César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, fue detenido en Miami, Florida; estaba prófugo desde 2017 y existía en su contra una ficha roja emitida por Interpol, por lo que era buscado en 195 países
De cara a la elección de 2021, todo indica que habrá una intensa campaña mediática en torno a estos asuntos. La principal exigencia al actual gobierno es en torno al tema de corrupción. Por lo pronto, la citada encuesta de GEA-ISA señala que en los hechos ésta ha aumentado; un 43% de las personas opina que la corrupción es mayor en el presente sexenio frente a un 22% que opina lo contrario. Cuando se les pregunta a las personas si el actual gobierno ha realizado acciones para combatirla, el 52% opina que no lo ha hecho contra un 31% que opina que si. Por último, de diez personas que opinan que la corrupción ha incrementado, nueve desaprueban la gestión de AMLO.
Es probable que tanto el PRI como el PAN sean blanco de ataques a través de los citados videos y que el gobierno construya todo un escenario público de linchamiento. Los terribles agravios que significaron los excesos del sexenio anterior siguen a flor de piel. Con el fin de mejorar su aprobación, “el combate a la corrupción” será sin duda, la apuesta del gobierno para salvar el costo electoral que las crisis sanitaria, económica y de seguridad le puedan significar.
Subrayo mi posición. Que bueno que se combata la corrupción y que se castiguen todos los excesos, caiga quien caiga. No obstante, me preocupa que el tema solo sea utilizado para distraer a los mexicanos frente a los problemas que se viven diariamente en materia de empleo, crecimiento, disminución de la violencia, muertes y contagios provocadas por la pandemia.
El 2021 es antesala de la revocación de mandato en 2022. Hay muchísimo en juego. Por eso frente a los casos Lozoya y Duarte habría que preguntarse: ¿Realmente irán contra Peña Nieto?¿Habrá implicados relevantes en los videos que cimbren a la oposición? ¿Presionarán a los partidos para que colaboren electoralmente con Morena?
Aún pienso que si el PRI ve a un gobierno débil y desgastado por la crisis económica, se animará a impulsar a sus candidatos; si no es así, serán mucho mas colaborativos. Igualmente pienso que si Trump se reelige, dejarán a Peña en paz, si no lo hace, irán contra él. Incluso podría darse el caso de que la angustia provocada por la crisis resulte tan grande, que por más esfuerzos que haga el gobierno, la película sobre el combate a la corrupción simplemente no logre el sufiiciente interés.
Más allá de elucubraciones políticas, lo que es evidente es que independientemente del espectáculo mediático-penal, a este gobierno le faltan buenas políticas públicas que eviten que la corrupción siga creciendo. La elección de 2021 implica decidir si los siguientes tres años de la administración seguirán siendo de discursos y mero simbolismo o de resultados concretos y transformaciones de fondo.
Estoy convencido de que la #SociedadHorizontal que emerge día con día, tendrá la madurez suficiente para decidir con claridad frente la disyuntiva que abrirá por un lado, la puesta en escena del combate a la corrupción o evaluar objetivamente los resultados del gobierno.