LO BLANCO Y LO NEGRO
El 12 de junio, se celebró el día contra la erradicación del trabajo infantil en el mundo, que por el COVID 19, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) proyectó que pueden desaparecer a partir de junio el 6.7% de las horas de trabajo, lo que equivale a 195 millones de empleos de tiempo completo en el mundo.
Este escenario que golpea a las familias de todos los países y lo niños suelen ser los primeros afectados sobre todo en su formación escolar, ya que, por la crisis económica, puede generar que millones de niños entre 5 y 14 años, sean obligados a trabajar. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la OIT calculan que ya hay 152 millones de niños en situación de trabajo infantil, de los cuales 72 millones realizan actividades laborales peligrosas.
Por su parte la UNESCO en voz de Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación, refiere: “Del total de la población de estudiantes inscritos en la educación en todo el mundo, la UNESCO calcula que más del 89% está actualmente fuera de la escuela debido al cierre por el COVID-19. Este porcentaje representa a 1.54 millones de niñas, niños y jóvenes que están inscritos en la escuela o en la universidad, incluidas casi 743 millones de niñas.”
En el caso de México, el 1 de junio el secretario de Educación Esteban Moctezuma, señaló: Del 3 al 7 de agosto, se sanitizarán los planteles y se realizarán las inscripciones. El 10 de agosto se reanudan clases, lo cual no será homogéneo, si tomamos en consideración que cada una de las 32 entidades de la mano con federación, van marcando su semaforización, y se ha dicho que será cuando este llegue a verde cuando se reanudaran las mismas.
Lo anterior conlleva a un ejercicio de ardua comunicación con las organizaciones sindicales nacionales SNTE, CNTE y las locales, para sumar a todos los trabajadores del sector educativo
Por poner un ejemplo: El estado de Querétaro, tiene representación el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que encabeza Alfonso Cepeda y las organizaciones sindicales locales que atienden, de educación inicial a superior a 643,021 alumnos, con 33,722 profesores en 4170 aulas, sin mencionar a instituciones privadas.
Por eso, el diálogo de los sindicatos con los gobernadores es esencial, para que conozcan de primera mano de las condiciones sanitarias de cada espacio de trabajo, y las necesidades de cada plantel, porque cada uno es un mundo diferente. Hago votos porque el Gobernador queretano Francisco Domínguez Sirvién se reúna de manera abierta con las dirigencias sindicales de todo el Estado, para avanzar a la nueva normalidad en favor de los niños y niñas que necesitan estudiar y la tranquilidad de millones de padres de familia.