DE LA ESTIRPE DE ATAHUALPA
Murió el autor de “Guitarras de medianoche”, voz de los oprimidos, de los “naiden”, con su canción al infinito
Por Mario Arturo Ramos
“El único homenaje que vale es el que me hace el pueblo, llenando plazas, clubes, teatros durante más de sesenta años.;” H.G. |
Eraclio Catalín Rodríguez, cantor verdadero, nació en Las Garzas, Provincia de Santa Fe, Argentina, el quince de mayo de mil novecientos veinticinco, inicio de un camino que se desarrolló en la canción popular latinoamericana de manera fecunda. Hijo de J Rodríguez y de la española Feliciana Coreija de Rodríguez, fue integrante en una familia prolífica de 14 hermanos. Desde los primeros años sintió una especial atracción por el canto folklórico de su país; que se escuchaba en Alto Verde, que lo impactó en esta etapa de su existencia, por estos rumbo aprendió a amar la guitarra bajo la guía de de Santiago Arcadi. En el inicio de la adolescencia a los 16 mayos, llenó sus alforjas de sueños, versos y armonías y arrancó a la capital argentina en busca de su destino; para sobrevivir ocupó su tiempo en diferentes oficios incluido el de cocinero marino, tenía que ganarse el bife de manera digna y con la voz en alto, combinándolo con el canto de tangos, boleros y otros géneros musicales, consciente de que se vende la fuerza de trabajo pero nunca la conciencia.
“Si se calla el cantor/ calla la vida/ porque la vida/misma es un canto. Si se calla el cantor/ muere de espanto/ la esperanza, la luz y la alegría”: Si se calla el cantor…
Horacio fue creador prolífico, escribió novelas: “El loco de la guerra”, “Las cartas del silencio”, “Sapucay” y su autobiografía, “Memorias del cantor”. Estuvo comprometido con las causas justas, militó en la izquierda, defendiendo las causas de los oprimidos, de los” Naiden” como los llamó Eduardo Galeano; a ellos les cantó con sinceridad y buen gusto, poniendo su voz al servicio de los que menos tienen. Está actitud ocasionó que los “gorilas” y sus aliados atentaran contra él y sus cercanos en la etapa represora de la Argentina, cuando los “milicos” cargaron contra el pueblo y la libertad, Bajo estas circunstancias tuvo que salir al exilio como otros libertarios pamperos que arriesgaron la vida por defender causas justa y populares.
“Amar, amar, amar de frente/ amar desde la vida hasta la muerte/. Amar, amar la cosas y la gente/ amar dejar el sol sin esconderse” “Amar amando
Hace sesenta años, Guarany debutó en los medios de comunicación en Radio Belgrano, su manera de interpretar y contar las cosas mostraba un estilo inconfundible, una forma diferente y autentica de vivir el canto popular. Con el paso del tiempo el reconocimiento no solo fue nacional, sino también internacional; de esta manera en 1985, recibió el Premio Konex de Platino como el más importante cantor del folklore argentino. Pertenece a la estirpe de Atahualpa Yupanqui, José Larralde, Eduardo Falú, Mercedes Sosa, por solo mencionar a algunos nombres de la pléyade de famosos y anónimos que han difundido el canto de la tierra, de los desposeídos, de los que no existen en las noticias oficiales; los que día a día hacen historia. En 1987 le solicité a Atilio Stamponí,- en aquellos ayeres- Presidente del Consejo Directivo de la Sociedad de Autores y Compositores Argentinos (SADAIC), de ver la posibilidad de tener una reunión con el autor de :Guitarras de medianoche, Si se calla el cantor, Amar Amando , La vi bajar por el rio, Zambita de piel morena, Luche y luche, Los vinos de mi tierra, Canción del adiós, Rio San Javier, cuando ya nadie te nombre, Puerto de Santa Cruz y otras. Amablemente Atilio concertó la cita, en el Café de la Ciudad, enfrente del Obelisco, ahí en la 9 de julio, en la musical Buenos Aires. Puntual Horacio llegó a media mañana; la bebida desparramaba su aroma brujo por la mesa, ante el embrujo de las palabras del nacido en la provincia de Santa Fe, las horas se fueron rápido. La charla navegó sobre José Hernández y su Martín Fierro, Armando Tejada Gómez, Ernesto Sábato, Astor Piazzolla, Ariel Ramírez, la guitarra y el folklore mexicanos, preguntó por Guadalupe Trigo y el grupo Los Folkloristas. Se hacía tarde, el cantor tenía otra reunión, se despidió con la cortesía que tiene los hombres sinceros; al marcharse me quedé un momento pensando en el dialogo, en lo verdadero de sus expresiones, en su buen humor y la importancia de su tarea.
“Piel morena de azucena/ ¿Quien te pudiera olvidar? / Yo voy llevando la pena/ que deja tu noche de carnaval”. Zambita de piel morena
Sesenta y siete años después de su presentación en el Pabellón Palace, a los 91 años, se marchó para siempre , era un trece del primer mes de este 2017, el lugar, su morada de Lujan en su patria amada, nos dejaba su canto , sus dichos, su sabiduría popular que lo acompañó hasta la muerte. Alguna vez expreso sobre su última cita: “La muerte es la cosa más hermosa que tiene la vida. Pobrecita la muerte todos la odian y, por ella la vida es hermosa”. Al recibir la noticia desde la capital de los alfajores, pensé en la canción popular, la verdadera, no la que se arrodilla ante la mercadotecnia; y claro en [ Guitarras de media noche que vibran bajo la luna/ tan luego que den las doce por donde me oigan sigan mi voz/ Y toquen igual que siempre quedito y con sentimiento/y llene mi pensamiento poquito a poco de inspiración”. Horacio siguiendo la tradición de los buenos compositores trabajo con textos de poetas, realizó giras por buena parte del mundo, fue discutido, alabado o ignorado, él siguió y siguió cantando, bebiendo vino, asando carne, compartiendo con los viejos y nuevos amigos la charla.
Su adiós congregó a compañeros y al pueblo que perdió a uno de los suyos, y de despedida le cantaron: “Si se calla el cantor se quedan solos/ Los humildes gorriones de los diarios/ Los obreros del puerto se persignan/ ¿Quien habrá de luchar por su salario?”Que se levanten todas las banderas/ Cuando el cantor se plante con su grito/ que mis guitarras desangren en la noche/ Una inmortal canción al infinito.”
Hasta siempre Horacio Guarany, tus canciones se quedan en la dignidad del hombre, en la lucha de los justos, en la memoria canora del pueblo. QEPD te lo mereces, te lo ganaste.