Más de 65 mil queretanas y queretanos llegaron a la Basílica de Guadalupe este domingo por la mañana; como parte de la tradicional peregrinación al Tepeyac de la que ha sido protagonista el estado desde hace 135 años .
Los tres contingentes que conformaron esta edición recibieron la celebración eucarística encabezada en la “Casita Sagrada“ por el obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza; así como autoridades eclesiásticas de la propia Basílica.
A las 6:00 de la mañana se dio la primera misa para un contingente integrado por más de 5 mil ciclistas; donde los provenientes de la Sierra Gorda comenzaron su travesía desde el pasado 23 de julio; y los de la zona metropolitana, el pasado viernes 25.
Asimismo, a las 8 de la mañana, hicieron su arribo más de 25 mil mujeres peregrinas, aglomeradas en 178 grupos, que incluyen los que salieron de la zona serrana, principalmente de Neblinas, el 11 de julio, lo que representó un trayecto de 16 días. Las peregrinas de la zona metropolitana comenzaron su viaje el 18 de julio.
De la misma manera, más de 270 grupos conformados por 35 mil hombres escucharon la palabra de Dios en la misa de la 1 de la tarde; quienes un día después del contingente de mujeres iniciaron su camino a la Villa.
Fue así como esta cantidad de fieles, que prometieron esta travesía a la Virgen Morena para agradecer o pedir algún favor especial para ellos y sus seres queridos, ocuparon la explanada de la Basílica; junto a más de 20 mil personas, que en su mayoría, se trataba de familiares que acudían a recibir a sus peregrinos.
Con lagrimas en los ojos, ampollas en los pies y mucho cansancio físico y mental, los peregrinos queretanos fueron recibidos en un pasillo humano que les brindó una calurosa felicitación por haber completado la tarea de llegar hasta la casa de la Virgen de Guadalupe.
Sin embargo, los motivos para adorar la imagen que se postra en lo alto de la basílica son suficientes para generar un momento de reflexión, sacrificio y fe. Así lo ha hecho la señora Celia Arredondo, jefa de grupo de la Parroquia de Santa Rosa de Lima, quien ha peregrinado por más de 25 años; e impulsado a otras mujeres a vivir la experiencia.
En otras ocasiones, se hace este recorrido en agradecimiento por los favores otorgados, como el caso de Graciela Espinoza, una mujer que lleva cinco años sumándose al contingente; pero que este año, agradeció a la Virgen la sanación de su madre, quien estuvo entre la vida y la muerte hace seis meses.
“A mi madre le dio el síndrome de Guilliain Barré, que es una enfermedad rara; y que incluso le provocó caer en coma por algunas horas, ya que no podía comer, tomar agua o respirar. Hoy, mi madre me recibió en la Basílica y las dos agradecimos el milagro”, expresó.
Homilía de la esperanza en la Basílica
El obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, recibió a cada uno de los contingentes que conformaron la 63° edición de la Peregrinación de mujeres al Tepeyac, que en esta ocasión fue denominada “la Peregrinación de la Esperanza“.
Una de las misas más emotivas fue la dirigida al contingente de mujeres, integrado por más de 25 mil almas que vestían de blanco, como una muestra de la limpieza de alma, conciencia y corazón, tras el sacrificio que hicieron, algunas hasta por 16 días.
“Se puede ver que casi todas traen un vestido blanco, ese vestido blanco nos recuerda el vestido que recibimos el día del bautismo, un vestido limpio, que Dios nos lo dio para que lo mantengamos así hasta llegar a nuestro hogar que es estar con el padre celestial; por eso les invito a cantar Paloma Limpia, porque el blanco significa eso“, comentó.
Asimismo, López Plaza recalcó la importancia de que las peregrinas lleven a sus hogares el valor de la fraternidad; y de alentar a todos a continuar con el peregrinar de la vida.
“La palabra de Dios nos decía que la peregrinación es una verdadera escuela de comunión y también de fraternidad. Y ahora, al terminar la peregrinación, Dios como un buen papá y María como una excelente mamá nos enseñan cómo rezar el Padre Nuestro y nos dan tres consejos, no para aplicar sólo 17 días, sino para toda la vida“, subrayó.
Fidencio López agradeció las facilidades otorgadas por parte de las autoridades eclesiásticas de la Basílica y las autoridades civiles, para coordinar la llegada de los peregrinos queretanos, que transcurrió prácticamente sin incidencias.








