El año 2019 dejó a la colectiva Adax digitales grandes momentos, por una parte en junio concretamos la aprobación de la #LeyOlimpia, nuestra causa, nuestra lucha. A finales de ese año en el municipio de Jalpan de Serra, allá donde se tiene que resistir el doble por ser mujer y ser feminista, logramos la primera vinculación a proceso por el delito de acoso sexual en la modalidad digital, sin duda un gran avance para las quienes acompañamos estos procesos de denuncia.
Sin embargo ¿qué pasa con las mujeres que no tienen ningún tipo de acompañamiento en sus procesos de denuncia?, pasa lo que sucedió con la carpeta 81333/2019 la víctima a quien nombraremos como Sandra para evitar revictimizarla, inició su carpeta de investigación en noviembre de ese año en contra de Uziel N., a quien le había confiado su celular para que le realizara una reparación bajo el acuerdo de que no se llevaría más de un día en hacerla, empero demoró en regresarle su celular 3 días, tiempo suficiente para que sin su consentimiento obtuviera imágenes y videos, de Sandra, su amiga desde hacía 10 años. Uziel N. subió a una página pornográfica el material de Sandra, que fue descubierto por una conocida de ella quien le avisó en dónde se encontraba.
Lo primero que se le ocurrió a Sandra, quien desconocía todo lo referente a procesos jurídicos, fue llamar a policía cibernética para notificarles de ese material y de estaba en ese sitio web sin su consentimiento, aún no sabemos si por negligencia o por flojera, quien le atendió en policía cibernética bajó los contenidos sin guardar evidencia para posible denuncia.
La fiscalía realizó valoración psicológica a Sandra en diciembre de 2019 por medio de la cuál concluyeron que se encontraba en una depresión severa, que se manifestaba con ataques de estrés y ansiedad, con miedo a salir a la calle, trastornos de sueño y alimenticios, en fin decretaron necesarias 37 sesiones para que pudiera hacerle frente al episodio de violencia que estaba viviendo.
El agresor se presentó a declarar pero como sucede con ellos, se negó a hablar, la abogada privada que lo acompañaba fue sumamente insistente y dura con la defensa, al grado de que terminaron decretando el NO EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL. Un fuerte golpe para Sandra y para todas las mujeres que confían en las instituciones, un retroceso para la lucha feminista que ha trabajado arduamente para lograr tipos penales que nos den acceso a la justicia.
Evidentemente la depresión, la ansiedad, el estrés se incrementaron en Sandra, se vio obligada a renunciar a su empleo ya que ahí mismo su agresor difundió sus fotos, nunca más regresó a las redes sociales, es decir, ella la víctima, terminó en ese momento dilapidada, aún más.
Por esas cosas que pasan en la vida, dio con ADAX Digitales, el día que fuimos para retomar su carpeta nos mandaron a las oficinas centrales al archivo general en donde después de 3 intentos, lograron localizar la carpeta 81333/2019. Volvimos a la lucha, a ingresar promoción tras promoción, incluso en una ocasión nos reunimos con algunos personajes de la fiscalía general para darle seguimiento a esa carpeta y literalmente le dijeron a Sandra: tu carpeta no da para más, si la judicializamos el juez de control la echará para atrás pero tal vez puedas intentar un amparo, la vamos a subir para ayudarte pero verás que no pasará a más.
Llegó el día de la audiencia, ahí estábamos,la contra parte muy en su confianza y seguridad, nosotras con los nervios a flor de piel, dudando del sistema de impartición de justicia, incluso tomámos de la mano a nuestra compañera para decirle que lo importante era haber llegado hasta aquí, hasta que de pronto nos encontramos en la sala escuchándo las palabras de la jueza, la única autoridad que después de 3 años reconocía a Sandra como víctima de violencia digital por la obtención y difusión de sus fotografías.
Uziel fue vinculado a proceso y condenado a pagar la reparación del daño, un paso, un logro apenas pequeño ya que la fiscalía llevó a Sandra a la suspensión condicional del proces, es decir, él no quedará con antecedentes penales. Cerramos un proceso, no como nos hubiera gustado, pero bien o mal ¡le volvimos a ganar al sistema! y aquí seguiremos, haber quien se cansa primero.