Ha perseguido la justicia durante 6 años por la negligencia médica que costó la vida de su hijo Jesús Maldonado a manos de personal médico del Hospital General de Querétaro. Y aún cuando consiguió que fueran procesados cinco galenos, sólo una pisó la cárcel y fue por unos días. La Internista Erika “N”, quien aún se encuentra atendiendo gente en el nosocomio y su consultorio particular, únicamente debió pagar los 10 mil pesos de fianza que la juez le fijó por el delito de responsabilidad profesional. Así lo dio a conocer Jorge Eugenio Maldonado Estrada, padre de la víctima quien lamentó el hecho de que una profesionista médica que ha causado la muerte de una persona con síndrome de down, quede impune “Cuando tuvo su declaración preparatoria, la juez le impuso una multa por 10 mil pesos y la dejó en libertad bajo fianza. Uno de los requisitos que pide el Ministerio Público es que para poder obtener la libertad bajo fianza, se debe reparar el daño, cosa que la juez desestimó igual que los peritajes de atención a la víctima y ella está libre trabajando en el Hospital General y el Hospital Ángeles”.
Erika “N”, fue detenida en su domicilio el pasado 28 de agosto del presente año. Fue ingresada al Cereso femenil de San José el Alto y para el 2 de septiembre, ya estaba en la calle. Al acusar que en el gobierno de Francisco Domínguez sólo encontró puertas cerradas, Jorge Maldonado se mostró optimista en que el gobierno de Mauricio Kuri finalmente le haga justicia “Mi intención es hacer de su conocimiento las atrocidades que pasan al interior de la dependencia. La persona que está a cargo del órgano interno, es la misma que en su momento quiso maquillar los expedientes de mi hijo. Hay varios documentos con resultados clínicos que la secretaria me entregó tres años después de que mi hijo había muerto. Es una burla”.
Jorge Maldonado, recalcó que uno de los principales compromisos del gobernador Mauricio Kuri, va en el sentido de no permitir la impunidad en las dependencias estatales. Por ello, espera que sus demandas sean escuchadas en base a todas las pruebas y dictámenes periciales con los que cuenta “Si ha dicho que el peso de la Ley caerá sobre los criminales, que empiecen con los que hay adentro. Una profesionista de la salud capaz de dañar a una persona vulnerable y seguir trabajando como sin nada, él es el jefe de todas las dependencias y debe haber un castigo ejemplar”
Sabedor de que no hay poder humano que le regrese a su hijo, Jorge Maldonado aseguró a Plaza de Armas que lo único que busca es que se haga justicia y que los cinco médicos que se vieron involucrados en la muerte de su hijo, paguen “Hay cuatro doctores más involucrados, dos de terapia intensiva que le daban morfina a mi hijo para paliar sus dolores sin hacerle los estudios adecuados. Hay un oncólogo y un cardiólogo” .
Como en 2016 lo consignó Plaza de Armas, Jesús Alberto Maldonado fue diagnosticado con cáncer testicular y todo apuntaba a que se le practicaría una cirugía ambulatoria. Semanas después del procedimiento, Jesús comenzó a experimentar una hinchazón en su abdomen y dificultades para respirar. El diagnóstico entre los médicos del Hospital General tenía puntos de vista encontrados. Cuando la situación se hizo insostenible, fue llevado de urgencia al Hospital General en donde tras cinco horas de espera, la internista Erika “N” ordenó que se le practicara una punción en el abdomen para extraer líquidos que a decir de la doctora, eran la causa de la inflamación en el estómago.
La punción que le hicieron perforó el hígado de Jesús y le ocasionó una serie de hemorragias internas. Aún así, lo mandaron a casa con algunos medicamentos para el dolor. A los diez días, su cuerpo sucumbió. Ahí, comenzó el infierno que han vivido desde entonces los papás de Jesús. Y es que los doctores se negaron a enfrentar su responsabilidad y quedó exhibida una red de complicidad al interior de la dependencia.
En cuanto a los médicos, para Jorge Maldonado no son mas que criminales pues sabían que condenaron a muerte a un joven con síndrome de Down y lo único que hicieron fue intentar tapar sus negligencias “Lo único que le pido al gobernador es Justicia”, sentenció.
Para los papás de Jesús, han pasado más de 2 mil 200 noches pensando en la injusticia de la que fueron objeto. Durante la plática con Plaza de Armas a las puertas del palacio de gobierno, Jorge Maldonado recuerda que durante los 30 años que vivió Jesús, se esforzaron por darle la mejor calidad de vida. Lejos de rechazarle por su condición especial, le abrazaron con el amor de padres “A mi me lo quitaron. Me quitaron a mi hijo. Peritajes particulares y de la Defensoría de Derechos Humanos dan cuenta de la forma como le dañaron el hígado. No es posible que lo hayan mandado a mi casa con un diurético y unas medicinas. Mi hijo fallece de la forma más horrible que se puede imaginar”.
Hoy, Jorge se ha convertido junto a su esposa en un activista que apoya a quienes han sido víctimas de la mala praxis en instituciones públicas de salud “Conozco el camino para quienes han pasado por esto. No deben claudicar. A mi me quitaron carne de mi carne. Mi criatura. Yo se el camino. No me importa si pasan diez años, yo seguiré hasta que se haga justicia por la memoria de mi hijo”. Jorge ya se encuentra trabajando con instituciones como la Defensoría de Derechos Humanos y personal de la Organización Nacional de las Naciones Unidas para que casos como el suyo, no queden en la impunidad.