ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
El Cambio Climático y la Política de Reciprocidad en el tercer Informe de Gobierno
En el Tercer informe de gobierno de Francisco Domínguez, se puede apreciar la introducción de dos conceptos nuevos en el discurso: la democracia colaborativa y la política de reciprocidad.
Por lo que ve al segundo concepto cabe resaltar que la reciprocidad es la acción que motiva a corresponder de forma mutua, dar y recibir. Por tanto, el principio de reciprocidad comprende una influencia que subyace en relación a la de dar o recibir que puede ser o no proporcional a lo dado o recibido. En este justo sentido, me parece que, la segunda parte de la administración queda como reto ambiental el impulso de una política de reciprocidad con respecto al cambio climático, en tanto que, en el propio documento del Tercer Informe se advierte lo siguiente: “El cambio climático es uno de los retos ambientales más importantes a enfrentar ya que las formas de producción y consumo energético generan una alteración climática global que, si no es atendida oportunamente, puede provocar serios impactos afectando el entorno. En el Estado de Querétaro, se emitieron 19’442,869.41 toneladas de CO2 eq durante el año 2015…”
Considerando que la cuenca atmosférica, principalmente de la zona metropolitana, es un bien común, resulta que el uso de la misma por los distintos sectores económicos no es la misma, es decir, que la proporción de reciprocidad es desventajosa, ya que según el Inventario de Gases de Efecto Invernadero, culminado en 2017, publicado en el Informe Anual sobre la Gestión Ambiental del Estado de Querétaro en enero de 2018, se puede apreciar que el sector de Transporte terrestre es quién aporta la mayor cantidad de emisiones en un 42%, sin embargo, para este sector se ha establecido el principio de corresponsabilidad (que equivale a la reciprocidad) ya que cada poseedor o dueño de un vehículo cada año aportamos un pequeña compensación económica que se destina al Fondo Ambiental del Estado, y por otra parte, se implementaron “medidas de mitigación para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y medidas de adaptación dirigidas a reducir la vulnerabilidad ante los efectos derivados del cambio climático, por lo que se registró una reducción anual de 37,528.47 toneladas de CO2 eq derivadas de la puesta en circulación de 75 nuevas unidades de transporte público que utilizan gas natural como combustible alterno, aunadas a las unidades que previamente se habían renovado.”, además de la doble verificación vehicular. Pero lo que resulta desproporcional, en relación a la reciprocidad, es la falta de corresponsabilidad del sector industrial que emite el 26.52% de gases, siendo el 2° rubro con mayores emisiones, que no contribuyen recíprocamente a la mitigación, ni aportan compensación económica alguna, en otras palabras “reciben más de lo que dan”, y se podría decir en descargo de esta desproporcional reciprocidad, que crean empleos, no obstante, su contribución a garantizar el derecho a un medio ambiente sano y por ende, a una calidad de vida digna, se queda rezagada.
Visto en su conjunto, podemos decir, que la ausencia de una internalización de costos ambientales por parte del sector industrial, genera distorsiones económicas y ambientales, ya que ello equivale a que todos los ciudadanos que compensamos y pagamos impuestos, estamos subsidiando las externalidades negativas ambientales de dicho sector. Por ello, creo que la política de reciprocidad debe aplicarse al sector industrial en diversos sentidos, es decir, que por un lado, las industrias deben transitar al uso de energías limpias, para descarbonizar sus procesos en al menos un 5%; por otra parte, deben también adoptar modelos de eficiencia energética a nivel de industria y de parque industrial y; por último, fijarles una compensación económica anual que se destine al Fondo Ambiental, a fin de que se invierta en medidas de mitigación y se paguen servicios ambientales a quienes realizan acciones de conservación en sus terrenos para capturar C02.
Por todo ello, resulta congruente y necesario que dentro de una democracia colaborativa, se adopte la política de reciprocidad en temas comunes, estratégicos y ambientales, que atañen a todos los ciudadanos del estado de Querétaro, de ahí, que pensemos que en la segunda mitad del Gobierno de Francisco Domínguez, veremos un Modelo de Equilibrio basado en la reciprocidad ambiental en el sector industrial que logre reducir sus emisiones y aporte su compensación económica por sus emisiones, como ya lo hacemos muchos ciudadanos.
Bienvenida la Reciprocidad